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Foto del escritorRevista Adynata

Caligrafía Nómade XXI / Patricia Mercado

Cruzó la puerta del supermercado. Se dejó atrapar por el destello de luces blancas, la profusión de mercaderías, el vaivén de los carritos.

La sordina de una música intrascendente le impregnó el alma. Se hundió en el enjambre de cuerpos ensimismados. Como moscas erráticas y voluptuosas las manos se posaban sobre la carnadura de los productos.

Comprar la aliviaba.

Comenzó la peregrinación de cada semana por el mismo lugar, el sector de las galletitas.

Descartó de memoria todas las que le gustaban y tomó un par de paquetes de las insulsas, con poco excedente en sodio.

Avanzó hacia las latas de tomate. Alguien se detuvo demasiado cerca a mirar lo mismo. El olor del desodorante ajeno le golpeó el estómago. Podía convivir con las cosas. La gente, en cambio, la enfermaba. Huyó al sector de artículos de limpieza que parecía solitario.

Los envases alineados en los estantes, simétricos y pulcros, simulaban una abundancia que enseguida desmentía el fatídico cartelito blanco con números negros, oficiando una advertencia al gesto posesivo de la mano.

Una abundancia de otros, para otros. Una abundancia inaccesible. Hacía semanas que había dejado de hacer la lista de los mandados.

Podía anhelar, para eso le alcanzaba. Caminó entre las góndolas dejándose bendecir por el encanto de los envoltorios.

Sumó mentalmente cada cosa que puso en el carrito. Después hizo fila frente a la caja.

Cuando fue su turno la cajera anunció, con voz indiferente, un número mayor a los billetes apretujados que tenía en el monedero. Esa fatalidad la obligó a dejar en la caja el frasco de aceitunas rellenas. Tembló apenas, como si la golpeara una ráfaga imprevista. Al contado.

Aferró la bolsa. Salió a la calle derrotada por la constatación.

Llegó a la esquina y esperó que el semáforo la dejara cruzar. Mientras se aproximaba a la otra vereda sintió el peso moderado de las cosas en la bolsa, como una contraseña mínima para volver a casa.



Cy Twombly Sin título 2001 Tres xilografías impresas en tinta negra. Hoja: 24,5 x 34 cm



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Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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