Un ministerio cuya improbabilidad e inexistencia lo consagran como el más idóneo rector de políticas lúdicas imprescindibles para la imaginación de otro porvenir para lo común.
Considerando:
- Que las coordenadas históricas que definen a las derechas son, antes que ideológicas, anímico-libidinales: Ajuste, Reducción, Recorte, Achicamiento, Explotación, Extractivismo, Confiscación, Devaluación, Privación, Saqueo, Degradación, Humillación y Represión anímicas.
- Que la puesta en marcha de un nuevo proceso de saqueo, despojo, expropiación y concentración de los bienes comunes, se condice necesariamente con una redistribución y concentración del dolor y del sufrimiento en vidas despojadas, desposeídas, deshechadas y subalternizadas.
Visto:
-Que el programa económico-político del Ministerio de Economía es, en lo esencial, un proceso de intervención, reorganización y refundación de la economía afectiva.
-Que la activación de la economía de la crueldad corre en paralelo con la implementación de una política de producción de desamparos y de erradicación de lo común, siendo lo común el lugar donde anidan las memorias colectivas capaces de intervenir y desregular el circuito económico de la crueldad.
El Ministerio de Aneconomía Libidinal deja establecido sus lineamientos para el desajuste de la economía del placer:
Artículo 1°
Ubicar coordenadas de porvenir en el desbarajuste, el derroche, la ampliación, la diseminación, la profusión, la prodigalidad y la insurrección de los placeres.
Artículo 2°
Placeres constituyen formas lúdicas de cuidado, extensión, despliegue, repliegue, éxtasis, embriaguez y convalecencia de lo vivo.
Artículo 3°
No hay democracia posible sin democratización del Eros.
No más desdichas populares manteniendo goces individuales.
Ningún subsidio anímico de mayorías explotadas para el goce privado de minorías explotadoras.
No nos interesa el déficit fiscal sino el déficit sensual.
La deuda es con los placeres.
Artículo 4°
El problema que nos concierne es menos el agotamiento de reservas en dólares, que el agotamiento de las reservas anímicas y vitales producto del vampirismo de los capitales concentrados.
Artículo 5°
Adoptamos una teoría del derrame de los placeres sin jerarquías, asimetrías, ni subordinaciones: Irradiación, dispersión y diseminación afectiva entre todas las formas de la materia.
Artículo 6°
Ni fuga de capitales, ni paraísos fiscales: fuga de erotismos y paraísos sensuales.
Artículo 7°
Planteamos la necesidad de imaginar un índice de afección mensual que permita poner a conversar qué afecciones genera vivir este modo de vida miserable y desagraciado que se nos impone como única vida vivible, a la que deberíamos poder y desear adaptarnos.
Artículo 8°
A las metas y programas del fondo monetario internacional contraponemos la superficie erógena popular: un organismo de la gratuidad que garantiza el acceso y la insubordinación de los placeres frente a toda meta y finalidad programática.
Artículo 9°
Frente a toda política que considere sensato difundir la existencia como tristeza, pesadumbre, deuda y sacrificio, contraponemos la voluptuosidad, la embriaguez, el sensualismo, la fruición, el embeleso y la exuberancia de existir.
Si la política económica decreta la abolición de los placeres en común, nos declaramos en estado de insurrección sensible.
Un deseo de deleites populares es nuestra desobediencia embelesada.
Artículo 10°
El único placer inadmisible es aquel provenido del daño, la humillación, el abuso, el ultraje, el sometimiento, la usura, la explotación, la desaparición de otras formas de vida.
Publíquese, comuníquese, difúndase y disfrútese.

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