Ciertos pescadores sacaron del fondo una botella. Había en la botella un papel, y en el papel estas palabras: «¡Socorro!,
estoy aquí. El océano me arrojó a una isla desierta. Estoy en la orilla y
espero ayuda. ¡Dense prisa. Estoy aquí!»
—No tiene fecha. Seguramente es ya demasiado tarde. La botella pudo
haber flotado mucho tiempo, dijo el pescador primero.
—Y el lugar no está indicado. Ni siquiera se sabe en qué océano, dijo el
pescador segundo.
—Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla Aquí está en todos
lados, dijo el pescador tercero.
El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales
tienen ese problema.
Fuente: Versión de Gerardo Beltrán. Poesía no completa, con edición y traducción de Gerardo Beltrán y Abel Murcia, Fondo de Cultura Económica, 2021. Publicado en "Sal", 1962.
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