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Lo viejo y lo nuevo – El Estado y la guerra / Giorgio Agamben

  • Foto del escritor: Revista Adynata
    Revista Adynata
  • hace 14 horas
  • 2 Min. de lectura


Lo viejo y lo nuevo - 14 de abril 2025


¿Por qué somos capaces de describir y analizar lo viejo que se desvanece y no conseguimos en cambio imaginar lo nuevo? Tal vez porque creemos, más o menos de forma inconsciente, que lo nuevo es algo que viene —no se sabe de dónde— después del final de lo viejo. La incapacidad de pensar lo nuevo se delata así en el uso imprudente del prefijo post: lo nuevo es lo posmoderno, lo poshumano; en todo caso, algo que viene después. La verdad es, precisamente, lo contrario: la única forma que tenemos de pensar lo nuevo es leerlo y descifrar sus rasgos ocultos en las formas de lo viejo que pasa y se disuelve. Es lo que Hölderlin afirma con claridad en el extraordinario fragmento sobre La patria que declina, donde la percepción de lo nuevo es inseparable del recuerdo de lo viejo que se hunde y que, de hecho, debe asumir amorosamente su figura. Aquello que ha agotado su tiempo y parece desvanecerse pierde su actualidad, se vacía de su sentido y vuelve, de algún modo, a hacerse posible. Benjamin sugiere algo similar cuando escribe que, en el instante del recuerdo, el pasado que parecía consumado se nos muestra inconcluso y así nos hace el regalo más valioso: la posibilidad. Verdaderamente nuevo es sólo lo posible: si ya fuera actual y efectivo, estaría ya siempre decayendo y envejeciendo. Y lo posible no viene del futuro, está, en el pasado, como aquello que no fue, que quizá nunca será, pero que habría podido ser y que, por ello, nos concierne. Percibimos lo nuevo sólo si logramos captar la posibilidad que el pasado —es decir, lo único que poseemos— nos ofrece por un instante antes de desaparecer para siempre. Es de esta forma como debemos relacionarnos con la cultura occidental que, por todas partes a nuestro alrededor, hoy se deshace y se disuelve.



El Estado y la guerra - 14 de junio 2025


Lo que llamamos Estado es, en última instancia, una máquina para hacer la guerra, y tarde o temprano esta vocación constitutiva termina por emerger, más allá de todos los objetivos más o menos edificantes que pueda darse para justificar su existencia. Hoy esto es particularmente evidente. Netanyahu, Zelenski y los gobiernos europeos persiguen a toda costa una política de guerra para la que, sin duda, pueden señalarse objetivos y justificaciones, pero cuyo motivo último es inconsciente y reside en la propia naturaleza del Estado como máquina de guerra. Esto explica por qué la guerra —como es evidente en el caso de Zelenski y de Europa, pero también en el de Israel— se persigue incluso a costa de afrontar la propia posible autodestrucción. Y es ilusorio esperar que una máquina de guerra pueda detenerse ante este riesgo. Seguirá adelante hasta el final, sin importar el precio que deba pagar.



Traducción para Artillería inmanente de textos de Giorgio Agamben publicados entre abril de 2025 y junio de 2025 en el sitio web de la editorial italiana Quodlibet, donde publica habitualmente su columna «Una voce».


Sam Heydt  - La Tierra en llamas  - 2022  - Ensamblaje e impresión - 50,8 x 50,8
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Comments


Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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