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  • Foto del escritorRevista Adynata

Pachamama / Paula Jiménez España

A Milagro Sala, presa política y dirigente indígena


Yo no toco el cielo con las manos

pero camino la tierra pedregosa

lo seco del sendero incómodo, ondulado

por el que van los collas.

Los sigo como víbora ascendiendo

llevada por el viento dulce

de sus trombones.

Como la extraña que soy, la deslumbrada

me extasío ante la fiesta de sus ropas,

sus plumas, sus coronas.

Sigo la ronda de cerveza derramada

sobre la Pachamama, la ofrenda de embriaguez

con que esta noche

todos entramos al mundo del Espíritu.

Todos, aun yo

que no bendije mi sueño en la Apacheta

ni entregué mi tesoro

a la cosecha que nadie me enseñó a adorar.

Porque soy blanca

no sé más que mirar con ojo ajeno

la fanfarria que avanza en dirección al templo

erigido en Kalassaya

y copiado en la loma, entre las tunas

en la aridez del Alto comedero

por los bloqueros negros de Milagro,

“la flaca”, emponchados de ovejas y vicuñas.

Y al asomar el Inti

por detrás de los cerros

imito el gesto abierto de sus palmas

pero sus corazones son los que crepitan

apabullantemente vivos. Porque yo

soy blanca y extranjera

no toqué al animal sagrado ni veneré a los muertos

vestidos para subir con él, tampoco he visto

sembrar a Mama Quilla las semillas prolíficas.

Todo lo que renace y lo que muere

lo reciben sus manos

reflejo de obsidiana en el rayo

del amanecer. Porque soy blanca

disipé el oro del solsticio

que calienta el corazón de mis hermanos

Ni un día fui comida por el hambre

no fui esclava

el azúcar fue dulce para mí.

Por mis poros no pasan los secretos

del Inti porque él no confía en esta piel

que ha negado su influjo

el surco por el cual

entra el misterio como entra el amor

haciendo despuntar la flor de la humildad

de los guerreros. Veo las lanzas del dolor

a punto de volar

ya detenidas. La infinita paciencia

que al grito de ¡Jalalla!

le da vida otra vez al gran Tupac, víbora brava

que inocula justicia entre los dedos

de un Supay congelado en el invierno

que en el alba soy yo.


Nuestros sueños no caben en sus urnas (2020) Mujeres Creando. Intervención a estatua de la reina Isabel

Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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