Agradecemos cariñosamente a Magoo las ganas de compartir su libro Servidumbres. Presentamos aquí una selección.
Libro I
El baldecito
El río peina y despeina el pajonal
Horas que se entrecortan
Con relinchos de angustia
Ni la desgracia ni la felicidad se dejan hospedar
Tranquilamente
No pasa luna sin que no puje
(Por nacerme)
Una nueva personalidad:
Se están inventando a cada rato
(Como las religiones)
Si tan sólo tratásemos de divertirnos
Podríamos jugar a reinventarnos
Existe, sin embargo, la satisfacción
De comprender desde el fondo
La pereza de los remansos
(El lento azular de los camaleones)
Su búsqueda de una poesía
Que es ya, poesía
Que lo ha venido siendo siempre
He tenido innumerables sueños
El dolor sabe dónde hiere
Reinaba sin gobierno allí
Donde fui amado
Como con ojos bovinos
Sé que ahora me estarás mirando...
Y con un brote iracundo
De divinos cuernos torunos
(Inmunes en todo al enemigo)
Quisiera yo embestir la Luna
(¿De qué inocencia no será Ella culpable?)
Sacarme muerte
Parece haber sido mi destino
Tanta me he sacado
(Para ir a encontrarte)
Que ya me estoy quedando seco
Pero, ¡ay!
Un nuevo surco de agua
Se ha abierto en la sentina
Y yo solo...
(Con el baldecito)
Barquito de papel
La memoria juega con la luz
Va con el perro
Vuelve con la pelota
Golpea en su frontón mi frente
Y rebota
Entonces el adormecido sueña
Hay un charco allí
Que el agua
Con temblores de sequía
Lentamente drena
Hasta agotarse en un espejo
Que con el último reflejo
Se ha puesto a navegar
Negligencia
Yo, en tanto Tarareaba Había resbalones La comarca entera tenía hipo Pero navegaba (Apenas) En el alto cielo un cóndor embuchó una codorniz Repentino repelús Mientras la arena (Con el vaivén) Continuaba moliendo su astracán El cacique advirtió que la vería Yo encendí mi otro calcetín Y como un náufrago, me agarré Al piolín de la deriva Con su falso vestidito Pierre Cardin Ella vino dando saltos De barro en barro Del Camino Negro a La Salada Como dos soles dormimos entonces (Bajo el puente) Cuando arreciaba la borrasca Imán Habíamos navegado apenas Por un pequeño vaso de agua Cristal de avena Pura luz Tu piel Despojada como un guante De tu cuerpo Mientras en tus pelos Pampas Cientos de ladillas preparaban El último malón Creíamos que el mundo era reducible a un vaso
Libro II
Toda juventud que ríe…
La Lepido-Sirena-Paradoxa
(En mi pesadilla)
Me comía lentamente por el culo
¿Su audacia?
Introducir todo el rimero en la ranura
Fina/Rosada
¿Estrecha?
Toda la remembranza
Todo el imaginario de uno
En el fruncir del otro
(La cabeza como una antorcha en llamas)
Y junto a la aborrecible enfermedad del abrazo
(Encendido)
La arcada
Como una flecha lanzada contra Bora y Marea
Los hombres y mujeres de mi generación
Que habiéndose ya batido
Aún están dispuestos
En este virtual "último asalto"
A talar de un tajo el miembro necrosado
A poner el cuerpo vivo en el adorno
Y con las banderas de Alceo
Bagual/Calelián/Catriel/Calfucurá
Calfiao/Pincén
Molfinqueupú
Nauculeo/Namuncurá
Epumer y Baigorrita
En el frenesí del trazo
Cortar la tarde
Armar la bronca
Morir-matando
Hay una crispación de nervios
Que anticipa todo tiempo venturoso
Veo tu voz tensarse
Como la cuerda de un arco
"Ebria de ausencia, la vida es vasta...
Agua que parpadea"
Su tensar se acentúa
Con el temblor de los cobardes…
(De la "ira de los elementos"
Tal vez debería hablarte)
Pero debo aún arrastrar el cadáver
De quien me ha venido arrastrando
Hasta el borde mismo de este embudo
Que no se abisma
(Del agujero en ciernes)
De esta preciosa Mira
Que no quiere, todavía
Abrir sus ojos…
¿Un animal forzado a seguir amando?
¿A vivir para la muerte?
Contento de verme envejecido
Envejecer este poco más aún...
Hasta casi no poder arrastrarlo
(La Lepido Sirena sigue haciendo lentamente su trabajo)
Saturado de alabanzas y podrido en formas
Me maravillo:
Sea ya por su naturaleza / Haya sido por el huerto
(Por el orto, por el muerto)
¡Toda juventud que ríe es invencible!
Libro III
Labial
Son labios oblongos, tumescentes
Cruzados por nervaduras
Un fruto gastado
Pero persistente
Tremenda-mente presente
En un presente rectangularmente acostado
O puesto en vertical, de frente
Los triángulos oscuros de los márgenes extremos
Prefiguran algo
Que se parece a un rostro
De rasgos nunca vistos
"Un rostro", querrían decir
(Si no fueran mudos)
Esos dientes
Empotrados como están
En una oscura cavidad
Que sin embargo genera
La poca luz
Que logra proyectarse
¡Rían, rían ustedes y que rían ellos, mientras puedan!
También yo reiría, si no lo estuviese viendo
(Pudiendo dejar de estarlo viendo)
Y sin embargo, ese Ridículo
Es bello
Si se abriera levemente
Se abriría a un drama
Si acaso se cerrara un poco más, o no
Si permaneciera así por siempre
Cubriría con su máscara atroz
La voz del dios jocundo
La voz del dios de la tragedia
Libro IV
Ka clásico
Eructa el súper ego y eructa el yo sumiso
Yo eructo desde luego
(La vacuidad engorda)
Rapto y parto
Rápidos casamientos
Fatalidad lexicográfica
Amor rubio
Sabia savia de la reversión y del relevo
En el sendero (declinante) del impulso
Varona
Párpado de metal
(Ningún negocio abierto)
Había renacido en mí
Con otro nombre
Bajo otro nombre, yo
(La perdí en un poema)
Amurado
A gogó
(Aié ají ajó)
De parche en parche bochincheo
Toco el bombo
(Bongó borogodó)
Pero no toco, no
Hago que toco
Con la punta del palito, la latita
(Robo la guita)
Pero no toco
¡Tata, tatita!
¡De tango en tambo, te hiciste!
En bosta y nafta y noria
(Pero yo no toco)
No
Varona
Párpados de metal
Nobles figuras en rescoldo
Persianas bajas
Pasión morocha
-Déale ché, levantesé
(-¡Álzate alma, asume un oportuno vigor!)
Y dejá de canturrear tu cantilena...
¡Ma que Empalme Lobos, ni Empalme SanVicente!
Acá se acabó el biógrafo
¡Mirá el portón!
¡Tenés que pensar en el globito!
En el globito de Huracán…
¡Abrí el ojo!
¿Vés como empieza a levantarse?
Lo primero que hay que hacer
Es inflar una personalidad...
(Ya lo dijo doña Petrona)
Después viene el relleno:
Pensá en Gato, pensá en Mancha
Pensá en algún otro, que podés ser vos
Pensá en Ramsés, pensá en Pihué, pensá en Mourinho
¡Metéte adentro, te digo!
¡Entrá en la paja!
¡Entrá, aunque te pinche!
Una espina más o menos...
¡Tenés que decir Yo, entendés!
¡Yo! ¡Pelotudo!
¿Yo?
Yo: Eructo
Eructo sin permiso
Eructa el superego y eructa el yo sumiso
Yo eructo, desde luego
(La vacuidad engorda)
Y siempre es demasiado poco
Lo bastante
(La pucha, ningún negocio abierto)
En la vereda, el hembrimacho ondula
Dengoso
Había nacido para sí
A la alegría del color
Al mundo en el que impera, la divinidad mortal
De las cosas triviales...
¡Je! ¡Je!
¿Cómo hacer para abolir lo klásico?
Zamba
El patio era sobrio y los malvones mudos
Profundas arrugas en los árboles viejos
Un halo verdeante de luz
El musgo
Cerdos salvajes
Un pozo azul
Espacios en calma
Levantar un dedo
Sacudir la cabeza
Las palabras hicieron aquí la risa y el suspiro
(Una fuente profunda y tenebrosa)
Tocaron el velo que separa a los amantes
Él regresó a la carcasa de su corazón extranjero
Ella se volvió altiva como el atrio y los geranios:
Vagaba por el salón de los libros
-¡Ah, la variedad de las cosas de este mundo!
Racimos de abejas
Columnas de miel
Sintió temblar en los mosaicos
Un pueblo invisible y discordante
Sutilmente carnoso en las miradas
Un torbellino de rebaños
Teñidos con la misma sangre
Ávido de emancipación…
Inútil tristeza
El lomo rayado de los puercos
El monte bajo
El umbroso santuario del Ombú
Y en el pozo cuadrado del cielo
Una hormigueante inmensidad
El llanto
La mujer amada
Tendido en el ninfeo
Podría haber hallado su propio cadáver
Sin embargo
Puesto que conocía de verdad
La tristeza
Y el amor
La muerte pasó de largo
Alta y sombría casa
Fuente de mis ingenuas alegrías
Cielo turbio y verde
Senos metálicos
Cabellera africana
Las nupcias
Espuma
Yo también fui espuma
Aquella espuma era la cinta en los cabellos
Era el velo que rodeaba las caderas
Era el lento alzamiento de la luz
Lo oculto en la aurora
Y la purpúrea soberanía de la sangre
Único vuelo superpuesto al naufragio
El velo
Una faja, una cuerda, una venda…
Lo que está a punto de realizarse
No se sostiene por sí solo
Necesita ser cubierto y descubierto
Aparecer y desaparecer
Lo que envuelve
Lo que ciñe
Está a favor del todo
Y el todo incluye el velo
Ese excedente
Que es la fragancia de la cosa
¿Y al mar quieres confiarte?
La herencia
Deja que otros remos desordenen las aguas
Pronto la luna encenderá su lámpara
El timón lo llevará con gracia
Una jovencita que conoce el rumbo
Yo sé que un día ella
Escarbando con sus afilados instrumentos
Desentrañara cada una de las citas
Que enclavadas como gemas
En cada verso o polis derrumbada
(Profundamente)
En el olvido
Testimonian que una vez hubo una historia
De la que fuimos parte
Cuando el cambio o la mutación
Lo habrá destruido todo
El recuerdo de aquello que amé
Será para ella mi única herencia
Del resto se hará un gran cúmulo
Que devorarán las llamas
O cubrirá la vegetación invasora
Y en ese gran amasijo
Irredimible
De basura y escoria
Tal vez quedará
La entera porción de un resto
En el que lo bello podrá
(Por la mediación de un último poseído)
Obtener su merecido reconocimiento
El olvido
Me preparé largamente para la lluvia
(Nosotros los pobres, los invictos)
Para licuarme el alma
Hace cuatro cinco estaciones llueve
Luego siguió lloviendo
Así vino el nombre de lo llovido
(Como del maullido de un gato)
No escrito
No pensado
Cantidad de veces no entendido
(Mojado)
Maúllo
Nado
Hace cuatro cinco estaciones
Veo llover lo llovido
(No escrito)
Gafas
Ella fue una visita al pasado
Una sesión de espiritismo
Una sonrisa
Una niebla que cualquier otro
Podría haber atravesado en mi lugar
Encogido
Inmóvil en la parte más alta del mundo
Tenía ahora su conciencia
En el centro de la perfecta soledad
Que había supuesto
Me preparé largamente para la lluvia
(Nosotros los pobres, los invictos)
Para licuarme el alma

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