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  • Foto del escritorRevista Adynata

Textos del desorden alimenticio dichos en arcada / Emilio García Wehbi

(fragmentos del texto TIESTES Y ATREO, versión escénica de Emilio García Wehbi de la obra TIESTES, de Séneca; montaje estrenado en el Teatro Nacional Cervantes durante la temporada 2018/19).

SOLILOQUIO DE LA ANORÉXICA

Padre, en mi boca sólo sombras. ¿Me gustaría tener más agujeros? Sí, juventud es eso. Muchos agujeros para hacer muchas sombras. Sombras, nada más. Te voy a mostrar algo, papá, que no es ni tu sombra por la mañana extendida delante tuyo, ni tu sombra por la tarde saliendo a tu encuentro, te voy a mostrar mi miedo en un puñado de polvo-. ¡Nada entra y todo sale, pa! ¡Todo sale! Lo que se supone que ya estaba en el interior, como pan levando en el horno. Ni la mugre debajo de las uñas aumentarán mi peso específico. Soy un rugido de vómitos derribando personas a mi alcance. Lágrimas, lo único que puedo devorar, y sólo en pequeños trozos. Las ventanas del cuerpo están tapiadas, y por suerte el agua no hace sombra. ¡Aquí vienen, aquí, por favor arcada y vómito, a mí, guardias, a mí! Probá papá, si estás insatisfecho, probá. Total, los rastros de la memoria van a quedar. Agarrame de la cintura con una sola mano, vas a ver que podés, y apretá, apretá como apretás tus latas de cervezas, no duele, total, lo que no se daña ahora se dañará más adelante. Y cuando entre tus dedos índice y pulgar haya sólo dos centímetros y ahí quepa también mi cuerpo, estaré lista para ser etérea. Como una mariposa negra. Ya no me podrás ordeñar, sólo matar. Todo, hasta lo que no tienen lo rompen, lo petrifican; pisoteando, arrancando... Y yo sólo engullo el aire. Pero los rostros blancos de los otros mirando impasibles mi mandíbula deformada, el sudor y la cara manchada de lágrimas, eyaculándolo todo de nariz, boca y ojos, como aguas danzantes, gritando gritando ¡gritando! Sale el agua y entran sombras. Como un animal me tiro sobre mi presa: debo tener eso, ser todo eso, todo sombras. Escucho tu voz. -Ya sé, hija, ya vas a crecer, ya vas a crecer, espiga de maíz. Te voy a hacer una hermosa despedida de tu juventud niña, tu juvenilia y de pronto zas. La fiesta está por terminar. No necesitás romper tu propio cuerpo como un huevo, eso es fácil; yo lo romperé por vos cuando ya seas gallina. Y me beberé tu caldo-. No papá. No puedo dejarte entrar en mi reino sombra de sombras. Nadie dijo que ser una princesa fuera fácil. Todos ustedes me sobrevivirán, todo va a durar más tiempo que yo y con menos ojeras. Entre mordisco y mordisco, sombras, para escupir al colono padre que usurpa un cuerpo que cree pertenecerle. ¡Que no me toque! Toneladas de cuerpos trabajando a mi alrededor para ser cómplices del pasado, ¡que no me toquen! Desde mi sala de la juventud me como las mejillas por dentro. ¿Eso quieren? Ya está, ya comí gracias, no quiero postre. Mis dientes de leche, me los trago y ya tengo de todo para seguir: proteínas, calcio, fósforo, magnesio, potasio. Ya me basto. Pero entre el potasio y el fósforo seré bomba humana, nunca tan bonita, nunca tan peligrosa. Y ahí sí que les voy a decir basta. Mi trabajo es sucio, yo soy la oscuridad, ¿y qué? Velo por ella, la sombra, por ser más liviana que el aire, más delgada que una pluma. Comer, tragar, digerir, cagar, eso no más para mí. Yo puro palo huesudo. Para que no se le haga agua la boca a nadie más. Yo umbría. Mi cuerpo se ha ido, todo se ha ido, soy la que ya se fue, la que se deslizó por entre las rocas, como una cagada de pájaro que chorrea hasta el mar.

SOLILOQUIO DE LA BULÍMICA

Nada debo temer, nada debo comer. Papis fans hacen que lloran a la niña; asustan, pueden causar verdadero horror a esta niña tetra-pak. ¡Estos terribles enjambres de padres, estas terribles codicias, entusiasmos con rostros inmóviles, miran pétreos a la pequeña boca niña que los enfrenta, y este grito horrible aturde, porque ellos siempre lloran por encima de todo, reclamando propiedad! ¡Todos caen sobre la niña! Todos los moscones, los moscones, los moscones. Pero en boca cerrada no. Ellos sí que pueden conducir sus análisis de sangre de la existencia, sus ADN de pertenencia, propiedad y tradición. No. En traición se transforma la papilla del Nestún dentro de mi boca hinchada porque no estoy siendo Pedrito la papa, la papa para Pedrito, que por ahí quiere entrar papito. No. Como torrente lo expulso, como emanación gástrica, géiser en medio de tu campo de Asfódelos. Se va a enterar papito, ese amigo de las heladeras con candado. Llantos, gritos: -¡llorá, gritá si querés!-, y el rostro inmóvil casi sonriente, apenas un pequeño temblor del labio inferior de la boca que deja entrever los temibles colmillos de su estúpido hocico psicoanalítico-domesticador, desgarrador, con olor a pescado de pasta de dientes. Asco. -Tal vez después, terrible niña, te daré mi corazón para que lo comas, para que hagas un miedo de él; sí, él, latiendo al rito de un torrente pop que grita para hacer brotar de la boca del mundo un manantial de palabras de amor e inundar con mi desagüe tu pequeño estuario, que hay promo 2 x 1, y es happy hour, nena, comen dos y paga uno-, dice el Papá Geno, este vendedor de pájaros. También canta esto: Ein Netz für Mädchen möchte ich,/Ich fing sie dutzendweis für mich;/ Dann sperrte ich sie bei mir ein,/ Und alle Mädchen wären mein./ Wenn alle Mädchen wären mein,/ So tauschte ich brav Zucker ein. /Die, welche mir am liebsten wär. O sea: -¡Me gustaría tener una red / para muchachas, / las cazaría por docenas! / Luego las metería en la jaula / Y todas ellas serían mías. / Si todas las muchachas fueran mías, / las cambiaría por azúcar-. Eso canta Papá Geno. -Pero estas niñas no muestran perspectivas, no dejan de tener aproximación a casi nada, no quieren no ser niñas pop para consumir nuestras sopas Naomi Campbell, y les condimentamos la ensalada con el vértigo del menú de Netflix, que hay para todas las papilas gustativas, y ellas obedecen y se zampan temporadas de madrugadas completas pero luego lanzan al retrete contrachorros espumantes de desayunos, y se dan vuelta como una media y te lo muestran todo, muestran las entrañas y todo lo que no se debe ver, y cuidado con verle los ojos a la Medusa; y entonces aullidos, rugidos-. Entonces correr y gritar, y correr más fuerte y más rápido. De la habitación al baño, con el cinturón lo más apretado posible, con un vaso de agua siempre a mano. Para que en la boca hecha agua se disimule el llanto. Y es hermoso, porque en la habitación soy la vaca asquerosa pero en el baño la princesa hermosa. En el baño son siempre antes de las 12 y la carroza nunca será calabaza. Y si pasan de las 12 me la zampo, a la carroza, junto con los ratones. Para que de mi boca sólo salgan mariposas y libélulas, y salgan cada vez menos centímetros y menos gramos. Stay strong. You'll be beautiful forever.


Tiestes y Atreo Gustavo Gorrini TNC

Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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