Sin “ceder primero en las palabras para luego ceder en los hechos” (Freud dixit), decido pensar en mi texto la palabra trans, trabajar sus deslizamientos en nuestro campo psicoanalítico.
Hay múltiples vocablos que inician su trayecto con esta palabra, entonces trabajemos en sus derivas.
Transferencia- transliteración-transcripción
Estas operaciones de lectura tienen su singularidad:
Transcribir: es ajustar el escrito al sonido (voz)
Transliterar: es cuando el escrito se ajusta a la letra[i]
Transferir: otorga las condiciones de lectura de lo que se escucha en un análisis.
Estamos sometidos al lugar que la transferencia nos otorga y es desde ahí, que leemos escuchando y escuchamos leyendo. Desde ese lugar, la palabra que cae como producto de las asociaciones -interpretación- es escuchada por el analizante: ni objetividad ni subjetividad, un lugar más allá, trans.
Política, estrategia y táctica dibujan la estancia del analista en la transferencia; política del síntoma, estrategia en la transferencia, táctica en la interpretación. Los grados de libertad de estos movimientos del análisis son ceñidos por el lugar al que la libido -sustancia explosiva- nos somete.
Trans/individual:
El Inconsciente es el discurso del Otro
El deseo es el deseo del Otro
La libido, la pulsión, mortifican al cuerpo desde el Otro
El yo se estructura con la imagen del otro (para/noia)
Transicional:
Un objeto que está entre la madre y el niño y que ambos pierden, a ninguno le pertenece.
Transitoriedad:
El sujeto del psicoanálisis es transitorio, cuando súbitamente estaba por aparecer -acto fallido- la llama se apaga dejando una estela de humo, indicando que algo sucedió, algo perecedero, se borra, pero queda indiciado en un cabo aún brillante listo para volver a encender.
Nuestro sujeto, cuando está, no es; irrumpe trans, más allá del principio del placer en los intersticios de la repetición.
Analista ex/siste -cae- cuando su silencio, su voz… dicen.
[i] El sueño escribe en figuras elementos literales. Figurabilidad.
Comments