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“Pensar después de Gaza" Entrevista a Franco “Bifo” Berardi

  • Foto del escritor: Revista Adynata
    Revista Adynata
  • hace 20 horas
  • 5 Min. de lectura

COLOMBATTI:

”Pensar después de Gaza es pensar sin futuro”. Es un abismo para la humanidad lo que vos estás marcado. ¿Qué estás viendo Bifo? ¿ qué estás adviertiendo.

BIFO:

Estoy haciendo lo que estoy diciendo. Estoy intentando entrar en comunicación con la mente contemporánea. Estoy intentando buscar una posibilidad de comunicar con la mente post-discursiva.

Me parece que todo el discurso de la izquierda, todo el discurso de la democracia, todo el discurso del progreso se acabó. Que no tienen ninguna vitalidad, ninguna posibilidad de volver a la escena de nuestro tiempo. Porque el tiempo presente es el tiempo de la ferocidad y de la crueldad.

¿Cómo podemos seguir hablando con una generación, con dos generaciones de personas que han crecido, que se han formado en un entorno cultural, antropológico, comunicacional, en el que los valores de la racionalidad moderna no significan nada? La aceleración de todos los procesos comunicacionales ha producido un efecto de indiscriminación. Tenemos que hablar el lenguaje de la desesperación. Es a partir de la desesperación que podríamos, quizás, crear nuevas formas de imaginación. (…)

Hasta hace dos años, hasta cierto punto, con toda nuestra conciencia de una crisis profunda, seguíamos creyendo que había ley, que había derecho, que había derecho internacional. Seguíamos creyendo. “Nunca más.” Las palabras que han marcado mi generación, que han marcado la última parte del siglo XX, eran dos palabras: Nunca más. Todo puede acontecer, pero el genocidio no. Todo puede acontecer, pero la vuelta del nazismo no. Hoy tenemos que reconocer que el genocidio ha vuelto. Más profundamente, tenemos que reconocer que la razón moderna, la ley, el derecho han sido borrados. Que apelar al derecho internacional significa nada, porque el derecho internacional ha muerto. La democracia ha muerto.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Tenemos que partir desde la conciencia de qué significa ferocidad. La ferocidad es una condición animal, natural, básica de sobrevivencia. Cuando mi sobrevivencia implica la destrucción del otro: el genocidio. La ferocidad significa que tengo que matarte para poder sobrevivir.

 

Pero hay algo más que la ferocidad en el panorama contemporáneo: la crueldad. La crueldad es algo diferente. La crueldad no implica mi sobrevivencia. La crueldad tiene un carácter estético, un carácter psicopático-estético. La crueldad significa el gozo del dolor del otro sin implicar el bien mío, el bien de la persona, de la entidad cruel.

Tenemos que pensar en términos de ferocidad y de crueldad. No en el sentido de que tenemos que devenir feroces o crueles —esto me hace reír—, sino en el sentido de que tenemos que abandonar toda dimensión racional y discursiva.tenemos que poner una pregunta. La pregunta es: ¿cómo viviremos, cómo podremos vivir en un tiempo que es el tiempo de la crueldad y de la felicidad?

Esta pregunta yo la pongo a los jóvenes que gritan “¡libertad, libertad!”. ¿De qué libertad estamos hablando? Cuidado: no podemos poner esta cuestión en los términos de la racionalidad democrática, porque racionalidad y democracia no significan nada en el dominio de la pura aceleración y de la demencia.

(…)

Antes de nada, expliquemos qué significa “Auschwitz con cámaras”. El nazismo hitleriano fue una ciencia de la ferocidad y de la crueldad: una investigación, una creación de un mundo de pura violencia, pero de violencia con caracteres tecno-científicos cada vez más puntuales.

El sionismo contemporáneo sigue en la misma línea: perfeccionamiento del carácter tecno-científico de la tortura. La tortura de un pueblo entero, como fue Auschwitz. Auschwitz fue la creación de un lugar donde un millón de personas sufrieron hambre, sed, tortura, muerte y humillación. Gaza es una repetición de esto, pero con una novedad decisiva: Auschwitz era secreto. Hasta cuando los soviéticos llegaron allá, hasta cuando pudimos ver las fotos, no sabíamos mucho. Casi nada sabíamos. Hoy sabemos todo. Y todo en tiempo real. Hoy podemos ver la tortura, la destrucción, la humillación. Y esto produce un efecto en la mente de mil millones de personas. Sobre todo, en una generación que no ha aprendido verdaderamente la distinción entre realidad y ficción. Porque todo es ficción para esta generación.

Bueno, ¿podemos comunicar un sentimiento humano en una dimensión epistémica, en una dimensión cognitiva, en que el sentido mismo de la realidad ha desaparecido? Ésta es la pregunta que yo me pongo a mí mismo y que intento desesperadamente responder.

El sionismo contemporáneo es una evolución del nazismo hitleriano en un sentido preciso: el genocidio como ciencia, como técnica científicamente elaborada. Pero hay otro aspecto muy importante: ¿qué significa matar a través de una máquina, a través de algo que no son mis manos? La percepción del cuerpo del otro desaparece progresivamente en nuestro tiempo.El cuerpo del otro deja de existir como un cuerpo verdadero y se ha transformado en algo puramente virtual, puramente informacional.

 

Aquí aparece la ruptura entre ética y sensibilidad. Siempre, la ética se fundó en la percepción sensible del otro. ¿Qué significa ética cuando el otro desaparece, cuando el otro se vuelve algo puramente numérico, puramente ficcional?

No tengo una respuesta. Es un problema, el problema más grande de nuestro tiempo.

Creo que estamos perdiendo el tiempo cuando pensamos: “¡oh, cómo ganar las elecciones!”. ¿Qué me importa a mí de las elecciones? ¿Qué me importa de la suerte de la democracia, de toda esta vieja historia que no tiene ninguna realidad en nuestro tiempo?

La verdadera cuestión que deberíamos poner es: ¿cómo recomponer las condiciones de una ética en la relación entre cuerpos cuando los cuerpos han desaparecido?

Esa es la verdadera cuestión. Yo pienso que el punto no es llamar la atención sobre el dolor del otro. El dolor del otro puede interesarme a mí, que soy viejo, que me formé en un mundo en el que el otro existía. Pero para los pibes que gritan “¡libertad, libertad!”, cuando el asesino Milei organiza el genocidio en Argentina —porque en Argentina se está preparando el genocidio, como en todos los lugares del planeta—…

¿Qué significa hablar con estos pibes de ética? Significa llamar, no al cuerpo del otro, sino a tu cuerpo futuro.

¿Cómo viviremos? ¿Cómo podremos vivir?

Intentemos pensar, intentemos sentir nuestro propio sufrimiento, nuestro desaparecer, nuestra depresión, nuestra locura, nuestra soledad. Poner este problema de manera tan loca como loco es el poder, la fuerza de la locura. Eso escapa totalmente al pensamiento de la izquierda. Eso escapa totalmente al pensamiento racionalista de la democracia y del progresismo. Abandonemos la razón. Intentemos emerger nuestra locura. Hablemos con la locura del mundo desde el punto de vista de la locura misma.



Fuente: Entrevista realizada por Matías Colombatti en el programa Circo Freak. Publicada en el canal de YouTube de Tinta Limón, el 26 de agosto de 2025.

Libro de Franco “Bifo” Berardi: Pensar después de Gaza. Ensayo sobre la ferocidad y la extinción de lo humano. (2025) Editorial Tinta Limòn. El libro está disponible en  www.tintalimon.com.ar


Ottonella Mocellin - Nicola Pellegrini Flores de Palestina (Scabiosa Palestina); Flores de Palestina (Styrax Officinalis), 2009 Impresión artística sobre lienzo (Giclèe) sobre papel 100 % algodón con pH neutro 23 x 23 cm
Ottonella Mocellin - Nicola Pellegrini Flores de Palestina (Scabiosa Palestina); Flores de Palestina (Styrax Officinalis), 2009 Impresión artística sobre lienzo (Giclèe) sobre papel 100 % algodón con pH neutro 23 x 23 cm



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Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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