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  • Foto del escritorRevista Adynata

¿Por qué seremos tan hermosas? / Néstor Perlongher

Por qué seremos tan perversas, tan mezquinas (tan derramadas, tan abiertas) y abriremos la puerta de calle al monstruo que mora en las esquina, o sea el cielo como una explosión de vaselina como un chisporroteo, como un tiro clavado en la nalguicie. Por qué seremos tan sentadoras, tan bonitas los llamaremos por sus nombres cuando todos nos sienten (o sea, cuando nadie nos escucha) Por qué seremos tan pizpiretas, charlatanas tan solteronas, tan dementes Por qué estaremos en esa densa fronda agitando la intimidad de las malezas como una blandura escandalosa cuyos vellos se agitan muellemente al ritmo de una música tropical, brasilera. Por qué seremos tan disparatadas y brillantes abordaremos con tocado de plumas el latrocinio desparramando gráciles sentencias que no retrasarán la salva, no pero que al menos permitirán guiñarle el ojo al fusilero Por qué seremos tan despatarradas, tan obesas sorbiendo en lentas aspiraciones el zumo de las noches peligrosas tan entregadas, tan masoquistas, tan hedonísticamente hablando Por qué seremos tan gozosas, tan gustosas que no nos bastará el gesto airado del muchacho, su curvada muñeca: pretenderemos desollar su cuerpo y extraer las secretas esponjas de la axila tan denostadas, tan groseras Por qué creeremos en la inmediatez, en la proximidad de los milagros circuidas de coros de vírgenes bebidas y asesinos dichosos tan arriesgadas, tan audaces pringando de dulces cremas los tocadores cachando, curioseando. Por qué seremos tan superficiales, tan ligeras encantadas de ahogarnos en las pieles que nos recuerdan animales pavorosos y extintos, fogosos, gigantescos. Por qué seremos tan sirenas, tan reinas abroqueladas por los infinitos marasmos del romanticismo tan lánguidas, tan magras Por qué tan quebradizas las ojeras, tan pajiza la ojeada tan de reaparecer en los estanques donde hubimos de hundirnos salpicando, chorreando la felonía de la vida tan nauseabunda, tan errática. *Publicado en Austria-Hungría en 1980, primer poemario de Perlongher (único redactado íntegramente en Buenos Aires) por la célebre editorial Tierra Baldía, dirigida por Rodolfo Fogwill.

Marcelo Pombo, Cepita de Naranja,1996


Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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