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  • Foto del escritorRevista Adynata

Adynata Octubre / VPS

Ah, retorno ansioso de los Cantos, que se demora y se demora,

cuando se agota la razón y el sentido de justicia se asfixia en los vaivenes de un dolor que no conoce arrullos, tampoco altares…

Vicente Zito Lema



Adynata, un sucedido entre citas, encuentros, memorias y olvidos. Y con el dolor por la devastación. Una biblioteca de escrituras y lecturas que se arrojan a los misterios de la transmisión.

Quizás también una náusea imprecisa que sabe de “la secreta alegría de la afinidad”.


Por allá, un carnaval se inventa en este Octubre, por acá una muestra intenta acciones de reparación desde una pared que sostiene 48 hojas de cuaderno.


Adynata, otra vez oblicua y caligrafiando trazos que tocan y atraen a Lamborghini, a Nietszche, a Libertella y Bonnard, a Perlongher, a Walsh, a Vicky y a Vicente.


Adynata trae las diferencias precisas entre retornar y repetir - “Retorna lo que no sabemos que iba a pasar, lo que nos sorprende, lo que nos saca de quicio, lo que nos hace levantar la cabeza y pensar en algo” – y esos zurcidas que encuentran, como en el oficio de la sastrería, las posibilidades de arrojarse al pensamiento como a las calles en tanto que “lugar donde se disputa la parte abierta que habita en una cita.”


Escrituras y lecturas, otra vez y cada vez como posibilidades para insistir en llevar este presente. Adynata, tal vez, simplemente el intento de una manera: “una secreta intimidad de las manos con el tiempo”.



v. Nicolás Koralsky (2024) de la serie Frágil

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Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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