“Que mueran los que tienen que morir”,
dijo, el idiota…
Ah, el idiota… aquél que sólo piensa en sus asuntos
y cree que lo que pasa en el país no lo afecta…
Sólo es evidente lo que ya no sirve…
escucho en el sueño…
¿Cuántos pares son tres botas…?
sigue resonando el viejo interrogante
en la boca oscura y aburrida
¿Cómo se escapa de la melancolía? ¿Aullando
a la luna que sangra…?
¿Para qué sirven los muertos
de la peste? ¿Todavía rinden
buena ganancia?
¿Quién anota sus nombres en el agua?
¿Quién espanta a los pájaros
de la carroña? ¿Con ruego o con fuego?
¿Alguien lleva flores a la estatua
de la Pietà? ¿Es la madre de Dios / la virgen
de la angustia
esa muchacha embarazada/que duerme
a plena noche / a dura intemperie /
sobre el colchón mojado por la lluvia /
por los perros…?
¿Será cierto que el odio
es apenas el miedo
que provoca el amor…?
Cada pregunta es un adiós…
Los restos de un naufragio…
En la ciudad donde alguna vez
se comió carne humana
al pie de la hoguera…
¿La única eternidad es el olvido…?
Buenos Aires, junio de 2021
De estremecedora belleza.