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  • Foto del escritorRevista Adynata

Mayo Adynata / VPS

Ante el alto voltaje de un cotidiano que se vive casi a punto de ebullición constante.

Ante una subida, no sólo de contagios y muertes por Covid sino una subida de muertes por cáncer, por desesperación, por vejez. Una subida de pobreza. Una subida de injusticias. Una subida de manipulación y terrorismo mediático -siempre político-.

Quizás algo pueda hacerse lugar para explorar y encontrar diferentes formas de llevar el dolor, de atravesar los miedos, de dirigir las rabias, de valorar esos momentos de risas y encuentros que nos conectan y nos distraen, de a ratos, de peleas electorales, barbijos y restricciones.


Cuidarse, tal vez, implique muchas veces soltar el enojo y la impotencia con el menor daño posible. Cuidarse, tal vez, implique acordarse de acompañar a la amiga que lo necesita y, por un ratito, suspender la propiedad del dolor, de la preocupación, de la alienación en el trabajo (en caso de tenerlo).

Los feminismos han venido a poner en evidencia que uno de los mayores problemas que gobiernan la intimidad consiste en disputarle a los adoctrinamientos el par daños-cuidados.


Mayo se inicia, y al ya histórico calendario de reivindicaciones y revoluciones se agrega, a un año de la desaparición y asesinato de Facundo, insistir en levantar el grito de Dónde está Tehuel, aunque ya no nos dé más la garganta.


V. Nicolás Koralsky, sin título, 2021

Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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